martes, 29 de abril de 2014

La violencia es perjudicial para todos en todos los ámbitos...

La violencia es un factor que la sociedad viene arrastrando desde hace años a tras y no comprenden que la violencia no erradica la violencia sino mas bien la incrementa.




LA VIOLENCIA SE APRENDE
Es verdad que los seres humanos heredamos factores genéticos que influyen en nuestro carácter, pero también es cierto que los ingredientes innatos que configuran los complejos comportamientos, como la crueldad o el altruismo, son el producto de un largo proceso evolutivo condicionado por las experiencias individuales, las fuerzas sociales y las normas culturales. Es bien conocida la evidencia científica de que las criaturas que crecen entre malos tratos y humillaciones tienden a volverse emocionalmente insensibles a estos horrores y a asumir que la agresión es la respuesta automática ante las contrariedades. Y luego, una vez mayores, continúan el ciclo perverso maltratando a sus descendientes y a sus congéneres; aunque, como siempre, hay notorias excepciones.

¿La sociedad actual empuja a la violencia? El adolescente puede alegar sin duda que nunca anteriormente ha sido tan grande la fractura entre lo que se le ofrece y lo que de hecho va a poder obtener. Las posibilidades de encontrar un buen trabajo son muy escasas y, en el caso de los adolescentes con poca capacitación, prácticamente nulas. Ahora bien, la oferta consumista raya en lo demencial. Mientras que la gran mayoría de los adolescentes no tienen ingresos propios de ningún tipo, las incitaciones a asistir a conciertos, a comprar prendas de marca (obviamente caras) y a disfrutar de la vida son constantes. Por otro lado, las insinuaciones a la competitividad (no importan los medios a emplear), la valoración de la fuerza y el poder, y el desprecio al débil, también son constantes.

¿Dónde han quedado las incitaciones al ser conscientes y al obrar apropiadamente, a la vida espiritual, a la firmeza y a la virilidad, al no permitir lo que no debe ser, al pensamiento crítico, al saber sacrificarse cuando es necesario, a la solidaridad social, al trabajo bien hecho, al espíritu de economizar, al respeto a los mayores, etc.? Es muy fácil culpar a los adolescentes de los males que les afligen e igualmente fácil afirmar que la generación de sus padres, e incluso de sus abuelos, ha destruido los valores que sirvieron de apoyo a una generación tras otra.

Sí. La violencia se aprende. Pero hay que aprender también mecanismos para neutralizara o evitar que se produzca. Necesitamos que se nos enseñe como ser conscientes de la violencia, qué debemos hacer para contener, controlar y encauzar la energía que se descarga en violencia hacia fines más constructivos. Lo que brilla por su ausencia en los sistemas de educación y en los medios de comunicación es la enseñanza y promoción de modos de vida y de comportamientos espirituales y satisfactorios con respecto a la violencia. Y es imposible enseñar nada válido acerca de la violencia si se empieza por considerarla un enigma de otro mundo, algo así como una posesión diabólica que sólo afecta a unos cuantos perversos...

Obviamente, lo peor que puede hacerse en lo que respecta a esta problemática del adolescente es guardar silencio. Hablar y escribir acerca de estas cuestiones supone ya un gran paso hacia su solución. Pero hace falta el esfuerzo conjunto de profesionales de diversas disciplinas, a veces alejadas entre sí, como es el personal sanitario (médicos, enfermeras, psicólogos), los jueces, los maestros, los asistentes sociales y los periodistas de todos los medios de comunicación social.

Para el personal docente, por ejemplo, es más fácil enseñar matemáticas o historia que mostrar a los jóvenes de entre 12 y 16 años, de ambos sexos, cómo vivir espiritualmente, como ser conscientes y obrar apropiadamente, cómo gestionar su tiempo, afrontar el estrés y estructurar sus relaciones humanas. Sin embargo, en una época en que tantos padres dimiten de sus funciones, es evidente que alguien debe ocuparse de transmitir unos valores espirituales que fundamenten la vida de nuestros jóvenes.

Todo hace prever que la competitividad, la penuria de puestos de trabajo y la incertidumbre van a ir en aumento, por lo menos en los próximos años. Fumar marihuana, beber hasta emborracharse, tener un hijo siendo adolescente o simplemente no hacer nada son tal vez salidas a muy corto plazo, pero la sociedad (y, en cierto modo, a su cabeza los profesionales sanitarios y educadores) tiene la obligación de escuchar a los jóvenes, establecer con ellos un auténtico diálogo y enseñarles la auténtica espiritualidad, que consiste en ser conscientes y en obrar apropiadamente en todas las situaciones que les acerca la vida. Debemos enseñarles a vivir y a convivir.

CIBERBULLYING


ciberacoso (también llamado cyberbullying por su traducción al inglés) es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónicoredes socialesblogsmensajería instantáneamensajes de textoteléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler1 el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p. ej., discurso del odio).







los actos de violencia se pueden percibir de muchas formas a través del internet





Muchas veces se someten a dicho acoso, por temor o por buscar una aceptación por lo menos en las redes sociales, pues se escudan en ello porque no tienen una verdadera vida social. 


Las palabras pueden ser tan agravantes que los que las sufren presenten a la postre un irreparable daño emocional representado en serias patologías mentales

Los padres deberían poner mas cuidado a   sus hijos y cualquier anomalía investigar  y tomar cartas en el asunto antes que sea demasiado tarde.





CIBERBULLYING



Características del ciberacoso

  • Requiere destreza y conocimientos sobre Internet. Esta información la obtiene principalmente de foros informáticos.
  • Falsa acusación: La mayoría de los acosadores intentan dañar la reputación de la víctima manipulando a gente contra él.
  • Publicación de información falsa sobre las víctimas en sitios web. Pueden crear sus propias webs, páginas de redes sociales (páginas de Facebook), blogs o fotologs para este propósito. Mientras el foro donde se aloja no sea eliminado, puede perpetuar el acoso durante meses o años. Y aunque se elimine la web, todo lo que se publica en Internet se queda en la red.
  • Recopilación de información sobre la víctima: Los ciberacosadores pueden espiar a los amigos de la víctima, su familia y compañeros de trabajo para obtener información personal. De esta forma saben el resultado de los correos difamatorios, y averiguan cuales son los rumores más creíbles de los que no crean ningún resultado.
  • A menudo monitorizarán las actividades de la víctima e intentarán rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta.
  • Envían de forma periódica correos difamatorios al entorno de la víctima para manipularlos.
  • Manipulan a otros para que acosen a la víctima. La mayoría tratan de implicar a terceros en el hostigamiento. Si consigue este propósito, y consigue que otros hagan el trabajo sucio hostigándole, haciéndole fotos o vídeos comprometidos, es posible que use la identidad de éstos en las siguientes difamaciones, incrementando así la credibilidad de las falsas acusaciones, y manipulando al entorno para que crean que se lo merece. A menudo la víctima desconoce la existencia de estos hechos, debido al silencio de los testigos. Incluso el acosador puede decir que la víctima ya conoce estas fotos/vídeos, para intentar evitar que algún testigo le informe; incrementando así las sospechas y creando una falsa paranoia en la víctima.
  • El acosador puede trasladar a Internet sus insultos y amenazas haciendo pública la identidad de la víctima en un foro determinado (blogs, websites), incluso facilitando en algunos casos sus teléfonos, de manera que gente extraña se puede adherir a la agresión.
  • Quizá acuse a la víctima de haberle ofendido a él o a su familia de algún modo, o quizá publique su nombre y teléfono para animar a otros a su persecución.
  • Falsa victimización. El ciberacosador puede alegar que la víctima le está acosando a él.
  • Ataques sobre datos y equipos informáticos. Ellos pueden tratar de dañar el ordenador de la víctima enviando virus.
  • Sin propósito legitimo: quiere decir que el acoso no tiene un propósito válido, sino aterrorizar a la víctima y algunos acosadores están persuadidos de que tienen una causa justa para acosarla, usualmente en la base de que la víctima merece ser castigada por algún error que dicen que ésta ha cometido.
  • Repetición: quiere decir que el ataque no es un sólo un incidente aislado. Repetición es la clave del acoso en línea. Un ataque en línea aislado, aún cuando pueda estresar, no puede ser definido como acoso cibernético.
  • Desamparo legal de estas formas de acoso, ya que aunque cierren una Web con contenido sobre la víctima, puede abrirse otra inmediatamente.
  • Es un modo de acoso encubierto.
  • Es un acto de crueldad encubierta.
  • El acoso invade ámbitos de privacidad y aparente seguridad como es el hogar familiar, desarrollando el sentimiento de desprotección total.
  • El acoso se hace público, se abre a más personas rápidamente.
  • No necesita la proximidad física con la víctima. El 'ciberacoso' es un tipo de acoso psicológico que se puede perpretar en cualquier lugar y momento sin necesidad de que elacosador y la víctima coincidan ni en el espacio ni en el tiempo. Por ejemplo, quien abusa puede mandar una amenaza desde cientos de kilómetros a medianoche y quien lo recibe lo hará a la mañana siguiente cuando abra su correo electrónico.

jueves, 3 de abril de 2014

VIOLENCIA FÍSICA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS


VIOLENCIA FÍSICA







Se tiene una errónea creencia de que el acoso escolar se limita a los golpes. Aun así, esta es la causa por la que el bullying de tipo físico es el más popular, al menos en el criterio de la sociedad general. Entre las formas de acoso físico figuran las patadas, los empujones, los golpes con las manos, los escupitajos, los tirones de cabello, los mordiscos y encerrar al chico echando llave por afuera. Entre más grandes son los acosadores, el acoso físico se hace más violento y empieza a intervenir el elemento sexual.


Aquí son muy comunes las acciones humillantes, como meter la cabeza de la víctima en la taza del inodoro y tirar de la palanca, el jalar la pretina de los calzoncillos, el tirarlo de cabeza en los botes de basura, quitarle los pantalones o subirle la falda, en el caso de las niñas.


Los tocamientos sexuales no deseados son un problema corriente para las niñas, sobre todo las que se han desarrollado más rápido en comparación con otras de su edad y que llaman la atención de los chicos.


Mayor edad, mayor fuerza, y más grave el sometimiento físico. Los malos tratos cobran mayor intensidad y pueden llegar a resultar peligrosos cuando los muchachos mayores combinan con ideologías de odio, como sucede con los homofóbicos que se dedican a perseguir homosexuales reales o supuestos (amanerados). Con el tiempo es probable que hagan su aparición las armas blancas y algunas veces las de fuego.






Afortunadamente es fácil ver cuando alguien ha sido maltratado físicamente, pues digamos que es mucho más visible que el acoso verbal que aunque sume al acosado en una melancolía, los golpes pueden saltar a la vista. Pero hay también casos en los que el acosador sabe dónde pegar y difícilmente deja una marca sumamente visible.






Mientras las victimas no denuncien para solventar esta situación no saldrá de ese poso obscuro sin esperanza.








EL BULLYING SILENCIOSO.




EL ACOSO VERBAL...
EL BULLYING SILENCIOSO
Tendemos a considerar el acoso escolar algo grave en el momento en el que se nos habla de agresiones físicas o sexuales. Por ello, solemos pensar que, mientras no se someta al niño a verdadero daño físico, la situación no resulta preocupante.
Sin embargo, los casos de bullying verbal, que sufren a diario muchos niños y adolescentes en sus colegios, no son menos dañinos para su bienestar. Estos chicos se someten, días tras día y sin esperanza de que la situación cambie, a comentarios racistas o sexuales, insultos, motes… Aunque nunca se levante una mano contra ellos, estos chicos están sufriendo un abuso psicológico que puede dañar seriamente su autoestima, su personalidad y la forma en la que entienden las relaciones sociales.